La evolución de un fenómeno comercial
Los bazares chinos han sido una parte fundamental del paisaje comercial español durante décadas.
Desde su llegada masiva en los años 90, estos negocios se expandieron rápidamente por todo el territorio nacional, ofreciendo productos variados a precios competitivos y con horarios más amplios que los comercios tradicionales. Según datos del INE, en 2022 existían aproximadamente 20.000 comercios regentados por ciudadanos chinos en España, con una población cercana al cuarto de millón de residentes de origen chino.
Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un fenómeno creciente: muchos de estos establecimientos están cerrando sus puertas. ¿Qué ha provocado este cambio en un modelo de negocio que parecía invencible?
Las principales causas del cierre de bazares chinos
1. El auge del comercio online chino
La principal amenaza para los bazares físicos proviene, paradójicamente, de su propio país de origen. Plataformas como AliExpress y, especialmente en los últimos dos años, Temu y Shein, han revolucionado el mercado con una oferta similar a la de los bazares tradicionales, pero con precios aún más bajos y la comodidad de la entrega a domicilio.
David Yao, ex propietario de bazares, lo confirma: «Está el tema de Temu, donde las mercancías se envían directamente desde China a los consumidores españoles. El envío tarda aproximadamente 7 días, y los precios son extremadamente competitivos debido al exceso de stock en China. Los mejores fabricantes están vendiendo ahora a través de Temu.»
La pandemia aceleró este cambio en los hábitos de consumo, normalizando las compras online incluso entre quienes antes preferían la experiencia física.
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2. Fluctuaciones en los costes de importación
Un factor crucial mencionado por David Yao es la volatilidad en los costes de transporte marítimo:
«En 2020, un contenedor desde China hasta España costaba 14.000-15.000 euros. Ahora, en 2025, un contenedor desde China a España costaría más o menos 2.500 euros.»
Esta caída en los costes de transporte ha devaluado significativamente el stock de los bazares existentes. Como explica Yao: «Antes, montar un bazar podía costar alrededor de 800.000 euros, pero ahora el mismo bazar costaría aproximadamente medio millón.» Los propietarios se enfrentan a dilemas difíciles: no quieren bajar precios y asumir pérdidas, pero tampoco pueden competir con los precios de las grandes cadenas y el comercio online.
3. Mayor competencia de cadenas de bajo coste
Como explica JF Calero en su canal de YouTube «VLOG MANUAL», el modelo de negocio que popularizaron los bazares chinos ha sido adoptado y optimizado por grandes cadenas con mayor capacidad financiera y logística:
«Hay otros que saben hacerlo igual que los chinos y además con capital intensivo, como las grandes cadenas de distribución: Primark, Action, Deals… que tienen muchísimo capital detrás y la misma capacidad de compra, producción y distribución, pero con una imagen y organización más sofisticada.»
Estas cadenas pueden ofrecer precios similares o incluso inferiores a los de los bazares tradicionales, con una presentación y experiencia de compra más atractiva para el consumidor.
4. Aumento de costes operativos y mayor presión regulatoria
El incremento de los costes operativos ha afectado especialmente a estos negocios:
- Subida del alquiler de locales comerciales
- Aumento del salario mínimo interprofesional
- Mayor presión fiscal y controles laborales
- Normativas más estrictas que antes se aplicaban con mayor flexibilidad
Como señala JF Calero en su análisis: «Ahora la normativa de la que se hizo mucho la vista gorda después de la crisis del año 2012-2013 en España… ahora se les persigue de manera implacable, como otros muchos negocios, a nivel fiscal igualmente también se está mucho más atento y, a nivel laboral, con la subida del salario medio interprofesional y con las nuevas normas laborales mucho más duras.»
5. Evolución generacional en la comunidad china
La comunidad china en España ha evolucionado. Muchos de los hijos de aquellos primeros emprendedores ya han nacido o crecido en España, han recibido educación universitaria y tienen aspiraciones diferentes a las de sus padres:
«Muchos de esos hijos, además de estar yendo a la universidad, tienen sus propias ideas, quieren crear sus startups, quieren crear negocios más potentes, quieren crear otro tipo de forma de vida más occidentalizada, juntando todo lo que han aprendido de su familia más todo lo que les han enseñado en la universidad,» explica Calero en su vídeo.
Esta nueva generación busca negocios más sofisticados, con mayor margen y menos competencia, alejándose del modelo tradicional de bazar.
6. Impacto prolongado de la pandemia
La pandemia de COVID-19 supuso un golpe del que muchos bazares no han podido recuperarse. Los cierres obligatorios durante los confinamientos rompieron la continuidad de estos negocios que se caracterizaban precisamente por estar siempre abiertos.
7. Tensiones comerciales internacionales
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, con sus correspondientes aranceles e incertidumbres, también están afectando a las cadenas de suministro y aumentando la preocupación sobre el futuro de estos negocios.
La adaptación y transformación del emprendimiento chino
Lejos de desaparecer, el emprendimiento chino en España está evolucionando. Muchos propietarios están:
- Transformándose en mayoristas, abandonando el comercio minorista
- Diversificando hacia otros sectores: restauración (especialmente restaurantes «wok»), tiendas de alimentación 24h, negocios de telefonía móvil, salones de manicura y estética
- Adquiriendo negocios tradicionales españoles, como bares que quedan libres por jubilaciones
- Desarrollando negocios online propios
Esta capacidad de adaptación demuestra una de las características más destacadas de la comunidad china: su resiliencia y pragmatismo empresarial.
Conclusión: Un modelo en transformación, no en extinción
El cierre de bazares chinos no representa necesariamente el fracaso de un modelo, sino su transformación ante nuevas realidades económicas y sociales. La comunidad china en España, caracterizada por su espíritu emprendedor, ética de trabajo y capacidad de adaptación, está evolucionando hacia nuevos modelos de negocio más acordes con los tiempos actuales.
Como resume JF Calero en su VLOG MANUAL: «Los chinos, simplemente, y para resumir lo que están haciendo, es adaptarse a los tiempos que vienen, unos tiempos en los que todas estas competencias y todos estos vientos de frente de la situación económica actual están haciendo que sus negocios, en muchos casos, comiencen a languidecer y a flaquear, y ellos hacen números y dicen, oiga, mejor una retirada a tiempo que acabar generando más deudas y más pérdidas.»
Este fenómeno nos recuerda que, en el mundo empresarial, la capacidad de adaptación es frecuentemente más importante que la resistencia al cambio, una lección que la comunidad china parece entender perfectamente.